Borges declara su miedo hacia los espejos y, recordando la infancia, escribe: «Uno de mis insistidos ruegos a Dios y al ángel de mi guarda era el de no soñar con espejos».
Un saludo para ti…
C.
El protagonista de un cuento de Murakami había creer ver un fantasma. En realidad había sido el reflejo de él mismo en un espejo. Y eso era efectivamente lo que le había producido miedo.
El miedo no tiene solución. La vida tampoco. Dejarse llevar, entregarse a cada experiencia, tener miedo si hace falta, dejar de tenerlo si se puede. No creo en planes voluntaristas o de autoayuda. Solo creo en la vida, así, como es.
L.
De Suspendelviaje.
El miedo siempre tiene que existir, caso contrario no podíamos experimentar el adrenalínico, fantabulástico y esencial para el Alma, hecho de realizar exitosamente algo que nos da miedo.
Coincido, creo que a fin de cuenta temer es algo intrínsecamente humano, y tiene esa doble capacidad intrínseca de ser un obstáculo y poder convertirse en movimiento.
¿A qué?
¿a admitir el miedo? ja!
¬¬
Borges declara su miedo hacia los espejos y, recordando la infancia, escribe: «Uno de mis insistidos ruegos a Dios y al ángel de mi guarda era el de no soñar con espejos».
Un saludo para ti…
C.
El protagonista de un cuento de Murakami había creer ver un fantasma. En realidad había sido el reflejo de él mismo en un espejo. Y eso era efectivamente lo que le había producido miedo.
…
Y yo sólo tengo miedo al miedo.
Tenemos miedo, y eso hay que solucionarlo. Como sea.
…
Saludos.
Me sumo a ese plan 🙂
El miedo no tiene solución. La vida tampoco. Dejarse llevar, entregarse a cada experiencia, tener miedo si hace falta, dejar de tenerlo si se puede. No creo en planes voluntaristas o de autoayuda. Solo creo en la vida, así, como es.
L.
De Suspendelviaje.
🙂
El miedo siempre tiene que existir, caso contrario no podíamos experimentar el adrenalínico, fantabulástico y esencial para el Alma, hecho de realizar exitosamente algo que nos da miedo.
edit: …no *podRiamos…
Coincido, creo que a fin de cuenta temer es algo intrínsecamente humano, y tiene esa doble capacidad intrínseca de ser un obstáculo y poder convertirse en movimiento.